miércoles, 3 de julio de 2013

Cuento: El Bichito de Luz

Lucianito era un bichito de luz muy chiquito. Todas las noches, Lucianito lloraba mirando al cielo y decía:

−  ¡Qué triste me siento! Mi luz es pequeña y casi no se ve. En cambio, ¡qué lindas son las estrellas! Todo el mundo las puede ver.

Una noche, Lucianito sintió tanta envidia de las estrellas que decidió buscar el camino para subir al cielo y alcanzarlas. Entonces, fue a pedirle consejo a un caracol del bosque. El caracol era conocido porque siempre tenía buenas ideas que ayudaban a los demás a resolver sus problemas.

Después de escuchar a Lucianito, el caracol le contestó:

—        Súbete a ese árbol. Su rama más alta debe estar cerca del cielo. Allí sabrás que tu luz es como la de una estrella.

Lucianito agradeció al caracol, y voló hasta la rama más alta del árbol. Pero se dio cuenta de que las estrellas todavía estaban muy distantes y no podía alcanzarlas. 

Entonces, se puso muy triste.

De pronto, escuchó a un pajarito que le decía a su mamá:
—        Mira, mamita. Una brillante estrella se ha parado en nuestra rama y nos está alumbrando.

Entonces, Lucianito se acordó de lo que le dijo el caracol. Entendió que, a pesar de no ser una estrella, su luz era importante para el pajarito. Desde entonces, se paró todas las noches en la rama donde estaba el nido para alumbrar al pajarito. Ahora se sentía feliz por ser un bichito de luz.

Giovannín Colorado, espera que este cuento te haya enseñado.


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