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sábado, 12 de abril de 2014

Cuento: El Caballero Carmelo


Los hechos relatados transcurren en Pisco, en la Hacienda Caucato, en torno a la familia del narrador, quien recuerda en primera persona un episodio imborrable que vivió en su niñez.

Un día, después de un largo viaje, Roberto, el hermano mayor de la familia, llegó cabalgando cargado de regalos para sus padres y hermanos, desempacó las maletas y entregó las ofrendas a los suyos.

A cada uno entregó un regalo; pero el que más impacto causó fue el que entregó a su padre: un gallo de pelea de impresionante color y porte. 

Le pusieron por nombre el «Caballero Carmelo» y pronto se convirtió en un gran peleador, ganador en múltiples duelos gallísticos. Ya viejo, el gallo fue retirado del oficio y todos esperaban que culminaría sus días de muerte natural. Pero cierto día el padre, herido en su amor propio cuando alguien se atrevió a decirle que su «Carmelo» no era un gallo de raza, para demostrar lo contrario pactó una pelea con otro gallo de fama, el «Ajiseco», que aunque no se igualaba en experiencia con el «Carmelo», tenía sin embargo la ventaja de ser más joven.

El Carmelo en aquellos tres años, había envejecido y perdido el reflejo de sus días juveniles, nada podría detener el mortal combate.

Los niños de la casa, encariñados con el airoso gallo, contemplaban mudos y entristecidos los preparativos para el siniestro día.

Llego un preparador y le pusieron navajas y entrenaron al Carmelo, la hora de la agonía se acercaba.

Las apuestas se sucedían vertiginosamente, el favoritismo recaía en el vertiginoso Ajiseco quien se suponía infinitamente superior al viejo campeón.

Los primeros embates fueron parejos, pero lentamente el Ajiseco iba ganando terreno, la sangre corría impetuosamente por la pierna del Carmelo, las apuestas crecían a favor del Ajiseco, todo hacía prever que el Carmelo estaba perdido.


Siguieron las alternativas de la feroz pelea y cuando todos creían que el Ajiseco daría muerte al antiguo gladiador pues el Carmelo había rodado al piso casi sin aliento.

Renació el espíritu del guerrero, el noble gallo de pelea acordándose de sus viejos tiempos atacó furiosamente jugando el todo por el todo, el Ajiseco rodó por tierra y ante el asombro de los espectadores enterró el pico.

Todos felicitaron al dueño del campeón, el triunfador Carmelo caía desfalleciente luego de su heroica Victoria, los niños de la casa, corrieron a socorrer a su mascota echándole aguardiente bajo las alas.

El noble Carmelo estuvo agonizando durante dos días, ya no podía comer ni beber.
Una tarde se acerco a la ventana contemplo el crepúsculo, agitó las alas y se entregó a los brazos de la muerte.

La casa estuvo llena de tristeza, la melancolía lo inundó todo.
Había partido para siempre el amigo de la niñez y el honor y orgullo de los gallos de casta del Valle del Caucato.


Autor:
Abraham Valdelomar

Movimiento Literario:
Colónida. (Contemporánea).

Género Literario:
Narrativo.

Especie Literaria:
Cuento.

Personajes Principales
Carmelo (El gran gallo “Caballero Carmelo”)
Ajís seco.

Personajes Secundarios:
Están los integrantes de la familia del narrador:

Los padres (cuyos nombres no se mencionan). El padre, el aficionado de la gallística, se levantaba temprano para ir a trabajar. La madre se dedicaba a las tareas del hogar y al cuidado de sus 6 hijos menores todavía.

Los hermanos:
Roberto, el mayor, quien retorna al hogar luego de un largo viaje trayendo regalos.
Anfiloquio, el protector del gallo «Pelado».
Rosa, la hermana mayor.
Jesús, una niña muy inquieta y sensible, de menor edad de Abraham.
Héctor, sin duda muy pequeño aún, pues no participa en la historia y solo se le menciona como uno de los receptores de los regalos del hermano mayor.
Finalmente, son mencionados también el panadero («un viejo dulce y bueno»), el entrenador del Carmelo, el juez de las jugadas de gallos, el dueño del Ajiseco, los espectadores y apostadores de las peleas de gallos, los pescadores de la caleta de San Andrés.


Mensaje:

Desde un punto de vista ideológico, la pelea del Carmelo y el Ajiseco puede interpretarse como un símbolo de la lucha entre dos prototipos de personalidades: el Carmelo representa la nobleza (es de buena estirpe), la caballerosidad (no usa malas tretas y se limita a atacar con sus patas armadas) y la autenticidad (no presume lo que no es), mientras que el Ajiseco representa la villanía (no parecía ser de alcurnia), la vileza (trata de imponerse a aletazos y picotazos) y la vanidad (era presuntuoso). El Carmelo triunfa y con él todas sus cualidades buenas y ejemplares, pero a costa de su propia vida. Pero su recuerdo perdura imborrablemente y sin duda allí es donde radica su mayor victoria.



COMPRENSIÓN DE LECTURA:

1.       ¿Quiénes son los  personajes principales de este cuento?
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2.       ¿Quién llega de un largo viaje?
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3.       ¿Qué le regalo el hijo mayor a su padre?
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4.       ¿Por qué se pacto una pelea entre el gallo “Carmelo” y “Ajíseco”?
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5.       ¿Qué experiencia y qué cualidades tenía el gallo “Carmelo”?
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6.       ¿Cómo era  el gallo “Ajíseco”?
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7.       ¿Cómo era su entrenamiento de Carmelo?
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8.       ¿Quién era el favorito de la pelea?
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9.       ¿Cómo fueron los primeros embates de la pelea?
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10.    ¿Cómo finaliza la pelea entre Carmelo y Ajíseco?
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11.    ¿Cuál fue el final de la vida del gallo “Carmelo”?
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12.    ¿Cuál es el mensaje de este hermoso cuento?

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