La cigüeña cuando trajo a Carosito,
no podía
transportarlo en un pañal.
Carosito
era un niñito pequeñito,
tan
chiquito que cabía en un dedal.
Y sus
padres cuando vieron asombrados
el envío que les vino de Paris,
lo
tomaron en la palma de las manos,
no sabían
si llorar o si reír.
Pasaron
muchos años,
y el
niño no crecía;
Amigos
no tenía,
con
quien poder jugar.
Y el
pobre Carosito,
Lloraba
noche y día,
al
cielo le pedía,
Crecer un poco más.
Famosos
profesores
de todo
el mundo entero
Llegaron
y lo vieron
y todos
por igual.
Dijeron
Carosito
Será
siempre chiquito;
el
pobre Carosito
no podrá
crecer más.
Una
noche que elevaba sus plegarias,
en su
cama como siempre se durmió,
Vino un
ángel penetro por la ventana
y
sonriendo a Carosito contemplo.
Lo toco
con su varita milagrosa,
Como un
niño como todos se volvió,
Fue
corriendo a mirarse en el espejo,
Carosito con el ángel se abrazo.
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