A mediados del siglo XVII, un negro angola
llamado Benito pintó una imagen de Cristo crucificado en una pared del barrio
de Pachacamilla, en el Centro de Lima. Hacia 1650 se construyó una ermita y se
formó una cofradía para rendirle culto.
En 1655, ocurrió un terremoto en Lima, pero
la pared del Cristo de Pachacamilla se salvó del derrumbe, lo que fue tomado
como un milagro.
Al poco tiempo, los negros empezaron a atribuirle curaciones y
otros favores, lo que hizo aumentar el número de devotos.
Pasaron los años y el
culto al ahora llamado Señor de Milagros se propagó a todas las razas y clases
sociales del Virreinato del Perú.
Entre 1766 y 1771, el virrey Manuel Amat y
Juniet construyó la Iglesia de las Nazarenas, adonde hasta hoy acuden miles de
devotos, sobre todo en las multitudinarias procesiones del mes de octubre.
Al Perú llegan devotos de todas
partes del mundo, para participar en las procesiones en su
honor.
Interesante.Gracias
ResponderEliminarMe alegar que te haya servido.
EliminarMUY LINDO..GRACIAS
ResponderEliminarMuy interesante y agradezco todo el esfuerzo de hacer posible esta información.
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