La pequeña Valeria, estaba
bastante preocupada, porque a su papa, cada vez le faltaba más pelo de la
cabeza. Tanto la inquietaba este hecho, que por fin un día le dijo a su padre:
- ¡Papá!, ¿por qué tu cabeza está
cada vez más pelada?
Su padre, con mucha paciencia, le
conto, que existía un pequeño duende, que durante la noche, se dedicaba a
llevarse todos los pelos que deseaba, sin poder hacer nada para detenerlo.
Pensando en cómo poder ayudar a
su padre, estuvo despierta toda la noche, hasta que por fin, escuchó a su padre
roncando, momento en el cual, se acercó con mucho sigilo a la habitación de sus
padres, cargada con un mazo. Se subió a la cama y cuando le pareció ver la
sombra del duendecillo, descargó toda su fuerza en la cabeza de su padre.
Al sentir el tremendo golpetazo,
su padre se despertó sobresaltado y con un chichón enorme, producido por la
inocente Valeria, que miraba triunfante a su padre, con el mazo en la mano.
Papá- le dijo- he estado a punto
de darle, pero no he podido atraparlo.
Al descubrir la causante de su
chichón, su padre, le contó la verdad de porque estaba perdiendo todo el pelo.
MENSAJE:
Siempre es mejor contar la verdad
a decir una pequeña mentira.
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